¿A qué huele la Navidad?
Si la Navidad tuviera olor, ¿cómo crees que sería?
Estrategias de marca estacional
Dentro de la estrategia de marketing olfativo, debemos distinguir entre dos estrategias: de marca y estacional. Cuando hablamos de estrategia de marca, consideramos la estrategia global -que ya hemos mencionado en posts anteriores- y que se refiere a la identidad de la marca y a la creación de su odotipo o fragancia personalizada. En cambio, cuando nos referimos a la estrategia estacional, hablamos de una experiencia relacionada con un momento determinado, generalmente vinculada a una acción de marketing o basada en la estacionalidad.
A continuación, explicamos cómo puede ser una estrategia basada en la estacionalidad. Un muy buen ejemplo de estos días es la temporada navideña.
Considerando el aroma como un imprescindible de la decoración navideña
Es típico encontrar las calles y los comercios adornados para la temporada navideña. Hoy en día es casi impensable encontrar un espacio público que no tenga adornos navideños: luces de colores, árboles decorados, música navideña por doquier… Pero muchas veces falta un aroma personalizado que ayude a crear este espacio sensorial, que despierte todos nuestros sentidos y nos haga vivir una experiencia memorable.
El aroma debe ser un elemento más de toda esta decoración navideña. Imagina cómo el aroma puede modificar un espacio de compra, incluso ayudar a aumentar las ventas. Se ha demostrado en numerosos estudios que el marketing olfativo aporta muchos beneficios a las marcas. Entonces, ¿por qué no consideramos el aroma como un elemento más de la decoración navideña? En parte, porque no tenemos en cuenta el poder del marketing olfativo. Quizá ningún experto de confianza pueda asesorar a la marca e integrarlo en la estrategia de marketing de la misma.
A qué huele la Navidad
¿Te has preguntado alguna vez a qué huele la Navidad?
Seguro que a todos les viene a la cabeza un olor: canela, clavo, cardamomo, nieve, vino caliente, vainilla, jengibre, naranja, granos de café molidos, miel, aire fresco y frío, chocolate…
La Navidad tiene muchos olores aromáticos que evocan momentos familiares, celebraciones, el sonido de descorchar botellas de champán… ¡esa sensación de vitalidad, euforia y emoción!
En BeAromic no creemos que la Navidad esté relacionada con un solo aroma, pero podemos decir que para nosotros los olores navideños se dividen en 3 grandes familias:
- Gourmet – Esas fragancias dulces que nos recuerdan a los pasteles. Ese olor a manzana y canela, esas tardes con una taza de chocolate caliente y churros. Esas fragancias que evocan familiaridad, nos recuerdan a la familia compartiendo una tarta, a los niños horneando galletas… Es el aroma más hogareño.
- Florales – Esas fragancias que nos recuerdan a los colores rojos de la Navidad. A los centros de mesa con poinsettia y acebo navideño. También hay notas de frutos rojos que nos recuerdan las reuniones con los amigos, esas tardes de juegos en familia.
- Woody – Por último, tenemos unas notas navideñas que nos recuerdan a los pinos y bosques nevados. La nieve helada fuera de las ventanas y el calor de la leña en la chimenea. Nos recuerda a toda la familia abriendo regalos rodeados del árbol de Navidad.
Se ha demostrado que integrar un aroma con nuestra decoración refuerza la campaña navideña. Una fragancia acorde con lo que vemos y oímos tiene un efecto positivo en el consumidor. Así lo comprobaron Grohmann, Sprott (2005). Su estudio demostró que la coherencia entre el aroma navideño ambiental y la presencia de música navideña se traduce en una actitud más favorable de las tiendas, una mayor intención de visitar la tienda, un mayor placer y una evaluación más favorable del entorno.
En BeAromic le animamos a confiar en nuestros profesionales para aportar espíritu a sus acciones de marketing en el punto de venta.