5 formas en que su cuerpo experimenta el duelo

Oct 18, 2021
admin

La pérdida de un ser querido es una experiencia increíblemente estresante que cambia la vida y que la mayoría de nosotros tendrá que afrontar en algún momento de nuestra vida, y probablemente más de una vez. Sin duda, muchos de ustedes ya están familiarizados con las complicadas y difíciles emociones que conlleva el duelo por la pérdida de un ser querido, como la tristeza, la frustración, la ansiedad, la culpa e incluso la ira. Sin embargo, lo que mucha gente no reconoce es la carga física que el duelo puede suponer para el cuerpo. El duelo es una de las experiencias más estresantes que podemos vivir, y el estrés no sólo afecta a nuestra mente. El duelo suele ir acompañado de respuestas al estrés como cambios en el apetito, fatiga, problemas de sueño, tensión muscular, problemas digestivos y dolores de cabeza. Si estás de duelo y te sientes mal físicamente, no estás imaginando cosas, ni te estás dejando llevar por tus emociones. Tu cuerpo también está de duelo.

No hay una solución fácil para superar la pérdida de un ser querido. Es un dolor que disminuirá con el tiempo, pero que quizás nunca desaparezca del todo. Sepa que cualquier cosa que esté experimentando – emocional, mental o físicamente – es una parte natural del proceso de duelo, e intente ser paciente y cuidarse mientras lo atraviesa. Algunas personas experimentan lo que se denomina «duelo complicado», que la Clínica Mayo describe como «un estado de duelo continuo y exacerbado que impide la curación». Las personas con duelo complicado continúan teniendo síntomas intensos de duelo después de un período prolongado de duelo; los dolientes que creen que pueden estar sufriendo esta condición deben buscar ayuda de un profesional médico.

El dolor de corazón es real.

A menudo utilizamos términos como «dolor de corazón» o «angustia» para describir los intensos sentimientos de pérdida y tristeza, pero resulta que estas palabras son más que metafóricas: el dolor afecta físicamente a nuestro corazón. Un estudio de 2012 descubrió que, en el día siguiente a la pérdida de un ser querido, los dolientes tienen 21 veces más probabilidades de sufrir un ataque al corazón de lo normal, y seis veces más en la semana siguiente a la pérdida. Las probabilidades de sufrir un ataque al corazón o un derrame cerebral siguen siendo más altas de lo normal hasta un mes.

También existe el «síndrome del corazón roto» (también conocido como «cardiomiopatía inducida por el estrés» o «cardiomiopatía de takotsubo»), que se produce cuando, durante un momento de estrés extremo, el ventrículo izquierdo del corazón se abomba, provocando síntomas similares a los de un ataque al corazón, incluidos el dolor en el pecho y la dificultad para respirar. Más del 90% de los pacientes con síndrome del corazón roto son mujeres. La mayoría de los pacientes se recuperan de la experiencia, aunque son raros los casos de muerte causados por el síndrome del corazón roto.

El duelo puede comprometer el sistema inmunitario de las personas mayores.

Las investigaciones han demostrado que el duelo puede debilitar el sistema inmunitario de los adultos mayores, proporcionando una posible explicación a un fenómeno del que la mayoría hemos oído hablar: El de una persona aparentemente sana que muere sólo semanas o meses después de la pérdida de un cónyuge (Un ejemplo famoso es Johnny Cash, que murió sólo cuatro meses después de su esposa, June Carter Cash, en 2003). Un estudio de 2014 comparó a los dolientes de dos grupos de edad, uno con una media de 32 años y otro con una media de 72, junto a grupos de control de personas que no estaban de luto. Los investigadores descubrieron que el grupo de luto de mayor edad tenía una menor producción de neutrófilos, los glóbulos blancos que nuestro sistema inmunitario utiliza para combatir las infecciones. El grupo de mayor edad también tenía un nivel elevado de cortisol, una hormona del estrés, y niveles reducidos de DHEA, una hormona que equilibra los efectos del cortisol. Estos resultados indican que las personas mayores que están de luto por una pérdida importante tienen sistemas inmunitarios especialmente vulnerables y son más propensos a las infecciones.

Insomnio.

El estrés del duelo puede interferir en la capacidad de la persona para dormir adecuadamente, lo que puede, a su vez, repercutir negativamente en su salud general, agotando la función cognitiva, disminuyendo su sistema inmunitario y aumentando el riesgo de padecer enfermedades crónicas.

El dolor puede afectar al funcionamiento cognitivo.

La Dra. M. Katherine Shear, profesora de psiquiatría de la Universidad de Columbia, dijo a Everyday Health que el dolor «puede interferir en la capacidad de pensar con claridad, de tomar decisiones y hacer juicios, y de resolver problemas». Un estudio de 2010 también encontró que el duelo puede causar un menor rendimiento de la memoria.

El duelo puede interferir con su apetito.

Según la Dra. Wendy Trubow, escribiendo para el Huffington Post, el estrés del duelo puede tener diferentes efectos en su apetito, dependiendo de dónde usted está en el proceso de duelo. Dice que el duelo a largo plazo puede aumentar el apetito de las personas, pero que el duelo a corto plazo, o agudo, puede apagar el apetito. Cuando se experimenta un estrés agudo, nuestro cuerpo entra en modo de lucha o huida y desactiva el sistema digestivo para ahorrar energía para luchar o huir. El tiempo que alguien está en esta fase aguda de estrés varía de una persona a otra, pero a la larga puede convertirse en estrés crónico, que es perjudicial para la salud en general.

Imágenes: ; Giphy (1, 2, 3)

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