5 etapas del amor según la antigua filosofía hindú
Hay historias y orígenes del amor muy interesantes en el hinduismo (Dharma hindú). Uno de los orígenes cuenta que solía vivir un super-ser conocido como ‘Purusha’, que no tenía ningún deseo, ansia, miedo o cualquier impulso para hacer algo, ya que el universo creado era perfecto y completo.
Entonces el Señor Brahma, el creador, tomó las cosas en sus manos y dividió a Purusha en dos. Entonces, el Cielo se separó de la Tierra, la oscuridad se separó de la luz, la vida se separó de la muerte, y finalmente, el macho se separó de la hembra. Cada una de las mitades se apagó para satisfacerse reuniéndose con su otra mitad.
Como hombre o mujer en esta tierra, también buscamos nuestra otra mitad, y esa búsqueda se conoce como «Amor». Hoy en día, estamos completamente entregados a los elementos románticos y sexuales: hay sitios de citas para encontrar «parejas», los anunciantes explotan este «amor» para venderlo todo, y luego hay películas que nos mantienen en vilo con la implicación romántica.
Pero los sabios de la antigua India dicen que el amor que perseguimos no es amor; en cambio, es el fugaz subidón emocional del «enamoramiento», que puede derrumbarse en cualquier momento. Los sabios filósofos siguieron reflexionando sobre este tema mucho antes de Cristo, y desarrollaron las ideas durante el renacimiento del Bhakti Yoga en el siglo XV. Encontraron que el amor transita por cinco etapas diferentes. Estas etapas son:
Kama – Ansia sensorial
El deseo de unirse se inicia desde la atracción física. El Kama significa «apetencia por los objetos de los sentidos», que suele traducirse como «deseo sexual». Hay que señalar que, a diferencia del mito judeocristiano, en el que los deseos sexuales se consideran la «caída del hombre», el dharma hindú no asocia el sexo con la vergüenza, sino con un aspecto gozoso de la existencia humana. Aquí es donde entra en juego el Kamasutra, que no trata sólo de posiciones, sino más bien de la filosofía del amor y de las cuestiones del amor.
Los sabios están de acuerdo en que el kama puede ser un objetivo de la vida hindú, pero no es el único factor que puede conducir a la plenitud.
Shringara – Intimidad arrebatadora
Sólo el sexo puede satisfacer los deseos físicos, pero no habría ningún sentimiento emocional si nos entregamos al sexo sin una verdadera intimidad y sin compartir. Aquí es donde los sabios indios se centraron en el contenido emocional y desarrollaron un rico contexto para comprender los estados de ánimo y las emociones.
Aquí es donde nació ‘Shringara’, que es el romance. La atracción erótica de las meras apetencias sensoriales se aviva cuando se comparten secretos con el otro, se hacen nombres cariñosos del otro, se hacen juegos, se intercambian regalos inventivos. Este tipo de juego imaginativo del amor está simbolizado por la relación entre Radha y Krishna, en la que se involucraron en la aventura, la música, la danza, la poesía y muchos otros gestos románticos.
Sin embargo, el antiguo sabio comprendió que el mero hecho de encontrar nuestras «almas gemelas» no podría resolver todos nuestros problemas. Sin embargo, nos proporciona el anticipo de algo bueno, algo mucho más grande.
Maitri – Compasión generosa
Los sitios y aplicaciones de citas gritan: «Deja de esperar el amor; ahora mismo está en tu mano hacerlo realidad». Pero, ¿puede un simple deslizamiento de un dedo o un clic en un botón ayudarte realmente en tu viaje espiritual? Tal vez, tal vez no.
Porque hay poco amor en las pequeñas cosas que podemos hacer. Puede ser una simple sonrisa a un extraño o comida a un hambriento. Mahatma Gandhi dice «Los actos más simples de bondad son, con mucho, más poderosos que mil cabezas inclinadas en oración». La compasión es como el amor natural que sentimos hacia los niños y las mascotas. El «Matru-Prema», que en sánscrito significa amor maternal, y es el tipo de amor más dadivoso y menos egoísta. Maitri es el amor maternal, no sólo hacia tu pareja o tus hijos, sino hacia todos los seres vivos.
La compasión por todos puede ser difícil para todos. Por ello, hay prácticas en el dharma hindú y budista que pueden ayudarte a desarrollar esta capacidad. Y cuando eres más compasivo con todos, te vuelves aún más compasivo con tu pareja.
Bhakti – Devoción impersonal
La compasión es sólo un comienzo, y no un sello final. Los antiguos sabios fueron más allá del amor interpersonal e imaginaron una forma de amor que se expandía a toda la creación. El camino para encontrar este amor se conoce como «Bhakti Yoga», en el que no sólo se cultiva el amor a los demás, sino también al amor de Dios. El amor de Dios no necesita ser el Dios que usamos en el yo habitual. Puede ser la forma más elevada de bondad, verdad o justicia. Personas como el Dalai Lama, Nelson Mandela fueron apasionados y se comprometieron con estas formas más elevadas de verdad, bondad y justicia.
Atma Prema – Amor incondicional a uno mismo
Hay un ciclo para todo. El amor que comenzó dirigiéndose hacia los demás se dirige de nuevo hacia el interior – el yo. Atma Prema podría traducirse como amor propio. El poeta místico indio Kabir dice: «El río que fluye en ti también fluye en mí». Esto significa que lo que vemos en los demás, lo vemos en nosotros mismos.
Una vez que logramos el amor propio, reconocemos que todos somos uno, en el sentido de que reconocemos que nuestra herencia genética y nuestra crianza tienen poco valor en la distinción de nuestro yo. El verdadero yo es todo. Rui dice:
Yo, tú, él, ella, nosotros –
en el jardín de los amantes místicos,
no son distinciones verdaderas.
El Atma-Prema nos lleva a comprender que somos parte del Purusha, y que somos hijos de lo más elevado. Así, cuando nos amamos a nosotros mismos y a los demás de la manera más profunda, el amor no conoce límites y, por lo tanto, se vuelve incondicional.
El amor al final
Así, los antiguos filósofos del dharma hindú proponen estas cinco etapas del viaje del amante como mutuamente excluyentes y que no necesitamos renunciar al amor físico y al romance para perseguir el amor superior. Cuando nos desarrollamos en estas cinco etapas, nos liberamos del apego al romance físico solamente y así podemos vivir el amor de la manera más incondicional.
(Última actualización: 13 de febrero de 2021)